Voy a contarles un secreto a voces. El deporte rey como lo conocemos agoniza, y todo
se debe a un imparable fenómeno de la mercantilización del fútbol
Esta mercantilización del balompié se presenta a sí misma
como una oportunidad innegable para clubes de poca historia o de reivindicación
para equipos que en otras latitudes del tiempo se mostraban como planteles e
instituciones de elite y que han perdido dicha categoría. En cualquier caso el
que un grupo inversor de oriente medio estampara su firma en un club del viejo continente
era un hecho impensado hasta hace unos 10 años
Todo comienza a mediados
de 2003 con la adquisición del Chelsea por parte del magnate ruso Roman
Abramovich, y sus pasos los siguieron Thaksin Shinawatra, que se haría con una porción
del Manchester City para luego dar paso a Sulaiman Al-Fahim y su sequito de Emiratos Árabes
quienes llevarían al modesto club a la cúspide
mediática. Eso quizá motivaría al ruso Suleyman
Kemirov a poner algo de su vasto capital en un poco conocido Anzhi Makhachkala que
pronto comenzaría a hacer ruido con la adquisición de Samuel Etoo. Lo siguiente
fue la embestida monetaria de los dueños del Paris Saint Germain, (árabes por
cierto), la compra del Racing y el Málaga en España, (por inversores no tan
generosos como los anteriores) y mas recientemente
la unción del Mónaco francés, que ha conseguido de nuevo estar en la primera categoría,
gracias la mega proyecto de Dmitry Rybolovlev que incluye entre otras cosas a
nuestros queridos James y Falcao
Sin embargo esa la oleada de petrodólares y demás que ha venido a adueñarse del futbol se remonta a
Sin embargo esa la oleada de petrodólares y demás que ha venido a adueñarse del futbol se remonta a
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Desde su llegada a Chelsea, hace 10 años, se ha gastado alrededor de 950 millones de euros |
El fenómeno en cuestión ha conseguido que Manchester City,
no solo se cimente en dineros de medio oriente sino que además su publicidad y
su coliseo pertenezcan a la aerolínea Etihad Airlines. Lo mas lógico sería que el
siguiente capricho fuera cambiar el nombre del equipo. El mismo fenómeno consiguió
que Barcelona, club que en otros años se negaba a llevar publicidad alguna en
su camiseta, hoy luzca con orgullo el logo del Quatar Fundation por encima del
de la Unicef
Es el mismo club español, el de la política austera de
fichajes hace un par de años, el de la cantera por encima del talonario hace
escasas temporadas, quien ha comenzado una frenética operación de renovación con
el mediático fichaje de Neymar y que hoy se arrastra nombres vinculados como
los de Rooney, Lewandowski, Agüero o Thiago Silva dejando de lado a los poco publicitarios
Tiago Alcantara, Bartra, Delofeu o Bojan y con ello pareciéndose cada día mas a
su acérrimo rival, el que un día junto a Zidane, Beckham, Ronaldo y Figo y no consiguió
levantar una Liga por 3 temporadas
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Recientemente se habla del interes del dueño del Manchester City en invertir en España, mas exactamente en el Valencia F.C |
lastrar por sus competidores. Ya se habla de la incursión de Gareth Bale, Jovetic y de Luis Suarez a la disciplina blanca. La pregunta es como alinear a los citados con CR7, Kaka, Benzema, Higuain, Xabi Alonso, Isco, Modric y Kedhira en la titular? Quizá bajo un nuevo sistema de juego en el que se emplean 10 atacantes, todos ellos de un altísimo poder de convocatoria en la venta de camisetas
Con todo esto y más, el escenario se muestra lúgubre por más
que el brillo metalizado del oro quiera hacer ver lo contrario, bajo esa línea
las historias de triunfos de los próximos años se armaran a punta de talonario,
con el tiempo los pocos planteles rentables irán rebosantes de estrellas pero
carentes de propiedad con el club. Los intereses económicos por encima de un
juego vistoso son los que conseguirán que en un futuro el valor de un
deportista sea medido por el grado de publicidad que lleve con sí y no por su
talento
Yo creo en la identidad, en la cantera, en la construcción
de un legado, por supuesto que también creo en los fichajes, en los buenos
fichajes de acuerdo a las necesidades, no puedo ignorar la dinámica de mercado
que hace parte de este espectáculo. Me apasionan los proyectos a largo plazo,
me hacen sentirme orgulloso del fútbol ideologías como el Barcelona de Pep, el
Arsenal de Wenger, el Manchester de Fergusson, el Dortmund de Klopp. Soy defensor
del negocio del fútbol en pro de una idea como el multimillonario pero siempre
promotor de talentos Bayern Munich, como los euros de la que un día fuera una
gran escuela llamada Milán, como una Roma que mantiene a un símbolo como Totti a
pesar de su edad.
Esos y algunos más son quienes me dejan depositar confianza
en un futbol más honesto, menos transaccionista, porque creo que si fuera por
los equipos y las situaciones inicialmente mencionadas este deporte seria cada
vez más la representación de una frase que oí alguna vez, esa que dice que el
fútbol no es más que ver correr a 22 millonarios detrás de un balón