Me sabe a lugar común frases gastadas como que la televisión es solo para tontos o decir que no hay espacio para la cultura en la televisión nacional, por citar algunas
No
soy asiduo defensor de la caja catódica. No veo mucha televisión, pero no por
ello caigo en mamertismos comunes de estigmatizar y señalar a un medio que hoy
en día es más diverso que nunca. Ya no podemos decir que cultura no hay en la tv porque
si existe (señal Colombia es un excelente ejemplo de ello), que no hay
diversidad musical ( K Music presenta segmentos de diversos géneros) y que no
se le da lugar al cine o la investigación periodística mordaz (
Canal tr3ce y Capital presentan buenas opciones sobre ello)
Si
bien tampoco todo es color de rosa, principalmente porque aun hay una enorme
cantidad del espectro captada por más de lo mismo (realitys inmundos, novelas
puercas y noticias amarillistas) no podemos decir que opciones, por pocas que
sean, no hay, porque ya no estamos en los parroquiales principios de los
noventas, en los que la movida televisiva era aun muy provinciana
Sin
embargo, hay un anhelo de esa época en particular, y es el de historias de
calidad.
Las
telenovelas amigos míos, son otra opción. Se ha saturado a los canales de
estas, es cierto, pero no por ello debemos denigrar totalmente de este formato y
condenarle antes de siquiera verlo, que es a lo que se acostumbra. Hay que
reconocer que en los últimos tiempos la calidad de historias va en detrimento
(hablando del panorama televisivo) pues me atrevo decir que hace unos 15 o 20
años se llevaban a cabo obras mucho más originales en contenidos que las que
vemos en estos días. Claro, también se generaron cosas impresentables, como todo,
pero el nivel de estos especímenes se hace abundante en los tiempos que nos
tocan
Este
mes, se ha dado estreno a dos producciones nacionales que han generado bastante
ruido previo. Aunque traten de adornarles con cabezotes coloridos y muy bien
logrados, lo que importa es el contenido. Yo ya vi un capitulo de ambas, es
quizá arriesgado el juicio con solo una emisión, pero me da la impresión que
ambas me dijeron todo lo que necesitaba saber en solo media hora, así que aquí
van mis desacertadas impresiones:
CUMBIA
NINJA
Fox Telecolombia tiene cada vez mas nombre
en este país. Comenzaron con pequeñas inmersiones y de a poco se han ido
arriesgando a meter más dinero en
producciones nuestras. Ya lo hemos visto con El Capo ( en sus interminables
versiones) y también en el cine (La Lectora por ejemplo)
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El es un gañan de barrio. Ella es una niña bien. Mas de lo mismo. Pero como hablan con otro acento entonces ya no es guiso, sino cool |
Esta
vez hicieron (y continúan haciéndolo) un ruido incesante con el estreno de
Cumbia Ninja. Nombre que de entrada no dice mucho. Con pequeños clips de
bailarines y barrios pobres, creo firmemente que antes de su primer capítulo
nadie tenia a ciencia cierta idea de la trama
Y
llego su emisión primaria. Horario de 10 pm para no competir directamente con
el prime time criollo. Después de una media hora puedo decir sin temor a
equivocarme que es más de lo mismo, edulcorado con otros elementos para pasar
desapercibido.
Una
historia, anacrónica, intemporal, carente de espacio o lugar, y de ahí para
delante de toda verosimilitud. Una pandilla de acento extranjero en un barrio que aparentemente es
colombiano, danzando en un remedo de concurso de donde no se sabe que se quiere
sacar
Por
si fuera poco el constante error de emparentar a actores de diversas
nacionalidades en una misma familia (al más puro pasión de gavilanes style) y
de encajar un romance entre una tragedia y una lucha de clases sociales, son los
elementos más destacables (y a su vez mas deshonrosos) de este chiste
televisivo.
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Grande Cristian Meier. Saqueando las arcas de nuestra television desde tiempos inmemoriables. Maestro |
Todo
ello condimentado con actuaciones paupérrimas de los de siempre, los Cristian
Meier y demás extranjeros que encontraron en la tierra chibcha el oasis de
oportunidades que no les exige talento sino repetirse mucho a sí mismos.
Es
visible, en este esperpento, la falta de neuronas de quien lo escribió.
Horribles diálogos prefabricados, situaciones previsibles, personajes que dan
ganas de matarse, una estética que choca consigo misma y en menos palabras “el
pandillas, guerra y paz de los niños bien” como dijo alguien en tweeter
Toda
esta ola de historias urbanas, chic, y melodramáticas como Popland o Niñas Mal
(llevadas a cabo por la otrora cadena musical MTV) vienen en ascenso por
desgracia. Han encontrado como publico a una horda de niñatas que se emocionan
con cualquier galanete de tres pesos y que tratan a toda costa de imitar a las
modelitos estúpidas que protagonizan sendas porquerías
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Que raro. Este actor se parece al cantante ese de tres pesos que le mordio la nariz a otro y desaparecio del mapa. Ey esperen!! un momento... |
LOS
GRADUADOS
Oki
Doki otra vez dije yo al ver la primera promo de esta historia. Acostumbrado a
los remakes de viejas novelas lo creí más que probable, sin embargo estaba equivocado,
aunque no del todo
Si
era un remake, pero no de una novela nacional sino de una argentina, lo que
corrobora esa ausencia de relatos propios que sacude a la industria.
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Muy gomelos para mi gusto, demasiado gimnasio moderno ¿porque no podian ser de un colegio distrital del sur? |
Con
esa premisa llega a los hogares nacionales esta historia que promete en sus
avances. Una estética ochentera como gran anclaje para aquellos nostálgicos que
vivieron la época. Esos que hace dos décadas querían cambiar el mundo y hoy
trabajan en un puesto de oficina de 8 a 5 por un salario mísero
Pues
bien, ya entrando de lleno en la novela, me perdonaran la repetición constante
que me hago, pero que lodazal de bobada el que resulto ser los tales Graduados
No
tengo ni idea como habrá sido en Argentina, pero por acá, en el país del divino chilldren , la vaina no pasa de ser una
bobaliconada con tintes de comedia. Si en la anterior hacía mención a lo
edulcorada que era la trama gracias al recurso visual, aquí la vaina es
auditiva
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La falta de talento de Jorge Enrique Abello es directamente proporcional al tamaño de su craneo |
Cito
un ejemplo de esto: El joven, de unos 18 años, se entera que su verdadero papa
no es quien creía sino el que saca a cuidar los perros en la cuadra. Sale
corriendo, putea a la mamá (no sé porque) se moja en temible aguacero (¿?) y
llega hasta la casa del que es su verdadero padre a preguntarle si el sabia
aquello, y que mientras se acuerda se va a quedar a vivir con el. ¡Háganme el
hijueputa favor!, ¿Uno realmente reacciona así ante semejante noticia? Creo que
no ¿verdad?
Así,
de ese estilo son las situaciones de esta novela con la diferencia de que de
fondo lo amenizan con Starship o Miguel Mateos. Donde alguno de estos se entere
para que están usando sus canciones, viene y demanda al canal por insulto a la
música de los 80s y 90s
Por
si fuera poco las “grandes” interpretaciones de Jorge Enrique Abello o Zharick
Leon, por citar solo algunos, son solo muestra de lo carente de calidad que es el
producto
Sin
embargo hay un hecho más, colateral, aislado, no directamente vinculado a la
novela eso sí, que no es otro que los trinos de cierto personaje bien conocido
de la radio nacional, al que seguramente le soltaron un par de billetes para
que se deshiciera en halagos y lambonerias hacia este tumor televisivo con el
fin de aumentar la audiencia. Buena estrategia, teniendo en cuenta que el tipo
en cuestión sabe bastante de la música que la novela emplea, pero a su vez,
movida rastrera de uno esos personajes que se vende como abanderado de las nuevas juventudes y que se presta
para hacerle venias a una cochina novela de las que seguramente denigra en un
PUB o En algún apartamento del Chico.
Dos
experiencias poco satisfactorias. Cada vez me es más difícil encontrar ejemplos
nacionales que permitan creer en la tv que nos toco. ¿Dónde está el Siguiente
programa?, o porque no ¿Dónde hay una nueva “La Saga, negocio de familia”?. Al
menos mándenos un Francisco el Matematico para entretenernos un ratico
No
queda mucho por agregar. Seguimos moviéndonos en las mismas aguas, la de la
historia fácil, ramplona, insignificante, tonta y adornada con un montón de florituras
que solo buscan camuflar un relato absurdo, oda al cliché. Insisto en que los recursos ya los tenemos, como dicen por estos lares “la plata esta” lo que
falta es aquel o aquellos que aprendan a emplearla en productos comerciales
(por razones obvias) pero de buena calidad, cosa que ninguno de los dos
culebrones citados logra hacer