viernes, 20 de septiembre de 2013

LA CUMBIA OCHENTERA



Me sabe a lugar común frases gastadas como  que la televisión es solo para tontos o decir que no hay espacio para la cultura en la televisión nacional, por citar algunas

No soy asiduo defensor de la caja catódica. No veo mucha televisión, pero no por ello caigo en mamertismos comunes de estigmatizar y señalar a un medio que hoy en día es más diverso que nunca. Ya no podemos decir que  cultura no hay en la tv porque si existe (señal Colombia es un excelente ejemplo de ello), que no hay diversidad musical ( K Music presenta segmentos de diversos géneros) y que no se le da lugar al cine o  la  investigación periodística mordaz ( Canal tr3ce y Capital presentan buenas opciones sobre ello)

Si bien tampoco todo es color de rosa, principalmente porque aun hay una enorme cantidad del espectro captada por más de lo mismo (realitys inmundos, novelas puercas y noticias amarillistas) no podemos decir que opciones, por pocas que sean, no hay, porque ya no estamos en los parroquiales principios de los noventas, en los que la movida televisiva era aun muy provinciana

Sin embargo, hay un anhelo de esa época en particular, y es el de historias de calidad.

Las telenovelas amigos míos, son otra opción. Se ha saturado a los canales de estas, es cierto, pero no por ello debemos denigrar totalmente de este formato y condenarle antes de siquiera verlo, que es a lo que se acostumbra. Hay que reconocer que en los últimos tiempos la calidad de historias va en detrimento (hablando del panorama televisivo) pues me atrevo decir que hace unos 15 o 20 años se llevaban a cabo obras mucho más originales en contenidos que las que vemos en estos días. Claro, también se generaron cosas impresentables, como todo, pero el nivel de estos especímenes se hace abundante en los tiempos que nos tocan

Este mes, se ha dado estreno a dos producciones nacionales que han generado bastante ruido previo. Aunque traten de adornarles con cabezotes coloridos y muy bien logrados, lo que importa es el contenido. Yo ya vi un capitulo de ambas, es quizá arriesgado el juicio con solo una emisión,  pero me da la impresión que ambas me dijeron todo lo que necesitaba saber en solo media hora, así que aquí van mis desacertadas impresiones:

CUMBIA NINJA

Fox  Telecolombia tiene cada vez mas nombre en este país. Comenzaron con pequeñas inmersiones y de a poco se han ido arriesgando a meter más dinero  en producciones nuestras. Ya lo hemos visto con El Capo ( en sus interminables versiones) y también en el cine (La Lectora por ejemplo)

El es un gañan de barrio. Ella es una niña bien. Mas de lo
mismo. Pero como hablan con otro acento entonces ya no
es guiso, sino cool

Esta vez hicieron (y continúan haciéndolo) un ruido incesante con el estreno de Cumbia Ninja. Nombre que de entrada no dice mucho. Con pequeños clips de bailarines y barrios pobres, creo firmemente que antes de su primer capítulo nadie tenia a ciencia cierta idea de la trama

Y llego su emisión primaria. Horario de 10 pm para no competir directamente con el prime time criollo. Después de una media hora puedo decir sin temor a equivocarme que es más de lo mismo, edulcorado con otros elementos para pasar desapercibido.

Una historia, anacrónica, intemporal, carente de espacio o lugar, y de ahí para delante de toda verosimilitud. Una pandilla de acento extranjero  en un barrio que aparentemente es colombiano, danzando en un remedo de concurso de donde no se sabe que se quiere sacar

Por si fuera poco el constante error de emparentar a actores de diversas nacionalidades en una misma familia (al más puro pasión de gavilanes style) y de encajar un romance entre una tragedia y  una lucha de clases sociales, son los elementos más destacables (y a su vez mas deshonrosos) de este chiste televisivo.
Grande Cristian Meier. Saqueando las arcas de nuestra
television desde tiempos inmemoriables. Maestro

Todo ello condimentado con actuaciones paupérrimas de los de siempre, los Cristian Meier y demás extranjeros que encontraron en la tierra chibcha el oasis de oportunidades que no les exige talento sino repetirse mucho a sí mismos.

Es visible, en este esperpento, la falta de neuronas de quien lo escribió. Horribles diálogos prefabricados, situaciones previsibles, personajes que dan ganas de matarse, una estética que choca consigo misma y en menos palabras “el pandillas, guerra y paz de los niños bien” como dijo alguien en tweeter

Toda esta ola de historias urbanas, chic, y melodramáticas como Popland o Niñas Mal (llevadas a cabo por la otrora cadena musical MTV) vienen en ascenso por desgracia. Han encontrado como publico a una horda de niñatas que se emocionan con cualquier galanete de tres pesos y que tratan a toda costa de imitar a las modelitos estúpidas que protagonizan sendas porquerías

Que raro. Este actor se parece al cantante ese de tres pesos
que le mordio la nariz a otro y desaparecio del mapa.
Ey esperen!! un momento...
Aquí sobresale el que para mi es el mayor problema del panorama audiovisual nacional. Una buena producción respaldando una pésima historia. En un escrito que tengo en deuda con este blog quiero ahondar en dicho lio al que nos enfrentamos por estos días que no es otro que por fin tener el dinero para producir algo bueno pero no tener buenas historias que contar. Nuestro inconveniente es meramente narrativo

LOS GRADUADOS

Oki Doki otra vez dije yo al ver la primera promo de esta historia. Acostumbrado a los remakes de viejas novelas lo creí más que probable,  sin embargo estaba equivocado, aunque no del todo

Si era un remake, pero no de una novela nacional sino de una argentina, lo que corrobora esa ausencia de relatos propios que sacude a la industria.

Muy gomelos para mi gusto, demasiado gimnasio moderno
¿porque no podian ser de un colegio distrital del sur?
De un tiempo para acá se importan producciones que dan resultado en otros países pensando que aquí también serán minitas de oro. Que equivocación más grande pensar en ello, como si las audiencias de todas las naciones fueran iguales

Con esa premisa llega a los hogares nacionales esta historia que promete en sus avances. Una estética ochentera como gran anclaje para aquellos nostálgicos que vivieron la época. Esos que hace dos décadas querían cambiar el mundo y hoy trabajan en un puesto de oficina de 8 a 5 por un salario mísero

Pues bien, ya entrando de lleno en la novela, me perdonaran la repetición constante que me hago, pero que lodazal de bobada el que resulto ser los tales Graduados

No tengo ni idea como habrá sido en Argentina, pero por acá, en el país del divino chilldren , la vaina no pasa de ser una bobaliconada con tintes de comedia. Si en la anterior hacía mención a lo edulcorada que era la trama gracias al recurso visual, aquí la vaina es auditiva

La falta de talento de Jorge Enrique Abello es
directamente proporcional al tamaño de su craneo
Creyeron que contando una historia mediocre y metiéndole de fondo a Soda Stereo o a Men at Work se iban a encaramar en el rating. Pues anhelo que la jugada les salga cada vez peor. Semejante despropósito una novela que cuenta una típica historia de dos enamorados del colegio, con unos secundarios llenos de clichés, y con unas situaciones tontas

Cito un ejemplo de esto: El joven, de unos 18 años, se entera que su verdadero papa no es quien creía sino el que saca a cuidar los perros en la cuadra. Sale corriendo, putea a la mamá (no sé porque) se moja en temible aguacero (¿?) y llega hasta la casa del que es su verdadero padre a preguntarle si el sabia aquello, y que mientras se acuerda se va a quedar a vivir con el. ¡Háganme el hijueputa favor!, ¿Uno realmente reacciona así ante semejante noticia? Creo que no ¿verdad?

Así, de ese estilo son las situaciones de esta novela con la diferencia de que de fondo lo amenizan con Starship o Miguel Mateos. Donde alguno de estos se entere para que están usando sus canciones, viene y demanda al canal por insulto a la música de los 80s y 90s

Por si fuera poco las “grandes” interpretaciones de Jorge Enrique Abello o Zharick Leon, por citar solo algunos, son solo muestra de  lo carente de calidad que es el producto

Sin embargo hay un hecho más, colateral, aislado, no directamente vinculado a la novela eso sí, que no es otro que los trinos de cierto personaje bien conocido de la radio nacional, al que seguramente le soltaron un par de billetes para que se deshiciera en halagos y lambonerias hacia este tumor televisivo con el fin de aumentar la audiencia. Buena estrategia, teniendo en cuenta que el tipo en cuestión sabe bastante de la música que la novela emplea, pero a su vez, movida rastrera de uno esos personajes que se vende como abanderado de  las nuevas juventudes y que se presta para hacerle venias a una cochina novela de las que seguramente denigra en un PUB o En algún apartamento del Chico.

Dos experiencias poco satisfactorias. Cada vez me es más difícil encontrar ejemplos nacionales que permitan creer en la tv que nos toco. ¿Dónde está el Siguiente programa?, o porque no ¿Dónde hay una nueva “La Saga, negocio de familia”?. Al menos mándenos un Francisco el Matematico para entretenernos un ratico

No queda mucho por agregar. Seguimos moviéndonos en las mismas aguas, la de la historia fácil, ramplona, insignificante, tonta y  adornada con un montón de florituras que solo buscan camuflar un relato absurdo, oda al cliché. Insisto en que los recursos ya los tenemos, como dicen por estos lares “la plata esta” lo que falta es aquel o aquellos que aprendan a emplearla en productos comerciales (por razones obvias) pero de buena calidad, cosa que ninguno de los dos culebrones citados logra hacer